El Museo del Queso Vivo abrió sus puertas en el distrito 4 de París el 13 de junio de 2024. Este nuevo espacio ofrece una experiencia inmersiva e interactiva única, destacando y celebrando el rico patrimonio culinario y local de Francia.
Está situado en la histórica Isla Saint-Louis, en pleno corazón de París, dentro de un edificio de piedra con más de 500 años de antigüedad. Con una superficie de 300 metros cuadrados, este museo promete ser un paraíso para los amantes del queso y una experiencia educativa para quienes deseen aprender más.
Pierre Brisson, fundador del museo y apasionado del queso, trabajó en este proyecto durante más de una década. En una entrevista, explicó: “El objetivo es transmitir la pasión y el asombro que rodean la elaboración del queso”.
Francia es sinónimo de queso, con 246 variedades distintas. Entre las más reconocidas se encuentran el roquefort, brie, morbier, cantal y camembert. Esa pasión por el queso se respira en el aire, y Brisson espera que su museo sea una auténtica manifestación de esta rica herencia cultural.
La primera parada del recorrido del museo es una sección dedicada a la historia y la cultura del queso. Presentaciones multimedia e instalaciones interactivas para brindar un profundo conocimiento de las variedades de quesos, sus orígenes y métodos de elaboración.
La segunda etapa y uno de los puntos culminantes del museo es la fábrica de quesos, donde los visitantes podrán observar el proceso de elaboración en tiempo real.
Además, en la tercera estación, habrá una gran mesa para degustaciones inmersivas, donde todos los sentidos estarán en juego: “Trabajamos con muchos agricultores tradicionales, por lo que queremos que la gente sienta que está viajando cuando pruebe el queso”. Si el viaje surtió efecto el visitante podrá comprar el queso que más le haya gustado en la última estación del museo.